Corazones & Cigarros - Parte II

Leer Parte I

Por Ioshio Hd.  Parte II - Escuchando Placebo

Mario – Hannah – Joakin

Cigarros: Pall Mall Balance.

2.30 de la mañana: Una habitación de estudiante, caóticamente amueblada.

Joakin se levanta semidesnudo de la cama y enciende un cigarrillo. Da una larga bocanada y enseguida coloca el puño izquierdo en la pared, justo sobre una seca marca roja. Su puño lleva unas cicatrices en los nudillos y menciona en voz baja: Lo hice cuando estaba enamorado de ella.

Hannah: Esa es la incomodidad del momento. Respira antes de comenzar a contarme esa historia...

Joakin: Nos conocimos en aquella presentación de mi libro en una feria de Lecturas en el centro de la ciudad. Ella manejaba el equipo de sonido cuando me hicieron una entrevista para un medio. Tenía que ponerme el micrófono de solapa por debajo de la camisa. Lo único que yo pensaba esa noche era en un poco de diversión post-evento con una desconocida. No sabía lo mucho que estaría equivocado tiempo después.

Hannah: Ya sabes lo que dicen, no por mucho arrepentirte dejarás de ser culpable más temprano. (Joakin se mantiene el puño sobre la pared mientras sigue fumando en silencio). No te relajes con pensamientos que relajan la razón. Sabes que viniste hasta aquí para contarme todo, respira antes de continuar.

Joakin: Nos presentó Mario en un café. Aquella tarde yo llevaba un sombrero oscuro y llegué antes que él. En algún momento me levanté a darle fuego a la chica que estaba sentada en la mesa de al lado y pude observar la expresión de su rostro entre agotamiento y fastidio.

Hannah: Es curioso, es la misma expresión que tienes ahora observando tu puño en la pared. Párpados bajos, caras grises. (Joakin comienza a dar pequeños golpes sobre la mancha seca de color rojo). Respira antes de continuar.

Joakin: Tiempo después supe, en palabras de ella, que tanto la chica como Mario habían mantenido una relación un tanto discreta y que cuando salió un poco más a la luz, Mario la rechazo para comenzar a salir con otra chica a la que correspondía mejor. Llevando a la chica a un apocalipsis emocional.

Hannah: La capacidad de las necesidades especiales. Nadie sabe poner en modo discreción a las emociones más complicadas. Cuando tratas de controlarlas se sueltan los fantasmas de la razón. Y los ves hasta en las personas que conoces en la cama. (Joakin voltea a ver de reojo por un momento a Hannah y luego regresa su mirada a la pared tras dar otra bocanada al Pall Mall). Respira antes de continuar.

Joakin: En una ocasión me encontré con Mario y le pregunté por qué lo había hecho. Y solo me dijo que él no tenía tiempo para los juegos de amoríos. Pero por cómo me lo dijo, no le creí. Más bien siento que era su forma de defenderse ante lo que no quería demostrar. Me dijo que solo somos juguetes de los destinos. Y en eso puede que si tenga razón. Yo siento que la vida es mucho más grande que una sola persona, pero me gusta pensar bastante en las palabras de esa chica. Me gusta el dulce aroma y el centro que provoca en mí como un bienestar insano. Es en ese estado cuando te pones a contar sobre la parte del ser humano que es inalterable e infinita. Y todo se queda en una vida, ojalá que la vida sea mucho más grande que una ciencia perpetua, aunque me gusta su conocimiento airado en la experiencia.

Hannah: ¿Acaso no estamos todos solos, querido? (Joakin se pasa el cigarrillo de mano y lo sostiene con el puño mientras comienza a golpear un poco más fuerte la mancha seca de la pared) ¡Detente! Respira antes de volver a golpear volver a golpear esa pared. Y recuerda por qué lo hiciste. Joakin: Lo hice porque estaba enamorado de ella. Hannah: ¿Sabes lo que esa mancha de sangre en la pared significa?

Joakin: Significa la impotencia de los corazones. (GOLPE). Los sueños perdidos de amarse. (GOLPE). Significa la soledad infinitamente densa. (GOLPE). Significa el tiempo agobiante que nunca hicimos juntos. (SANGRE). La parte de la vida que nos queda para sufrir. (SANGRE). La parte menos protegida de nosotros mismos encerradas en un cigarrillo. (SANGRE). Las intensidades de una maldición sexualmente nocturna (SANGRE). Y el deseo atropellado de los pensamientos desperdiciados por la ausencia de una persona… (MANCHA ROJA).

Hannah: Pero no por mí, querido. (Hannah se levanta de la cama, desnuda y toma la mano de Joakin que comienza a gotear de sangre). Sabes que aún quedan historias como las que siempre me cuentas cuando te sientes mal… Cuéntamelas sobre las emociones dislocadas que nacen del corazón.

Hannah cubre la mano de Joakin con una toalla mojada y enciende un cigarrillo que comienzan a compartir. Joakin arroja el cigarrillo al suelo, abraza a Hannah y se desnuda. Se meten juntos a la cama. Una gota roja parpadeante resbala sobre la orilla del cristal de una foto de Mario. El Pall Mall, en el suelo, se apaga.

 

Recuerda; respira antes de comenzar.

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