Autor: Ioshio Hd.
Escuchando: Cubenx
La fe es algo que se sigue, el espíritu es algo que se es. Ya no me preguntes por qué me he quedado. O el por qué de mis pasiones. Justamente pensaba lo mismo que tú: que el sitio o la ciudad puede cambiar, pero la fórmula de chingarte siempre es la misma. Uno puede sentirse poderoso (en algún tiempo determinado de su vida o incluso llegar a experimentar un estado de invulnerabilidad que te hace creértelo el resto de tu vida) pero la vida se las arregla para colocarte de nuevo en el filo del risco de la muerte o del delirio, para enseñarte que eres una pieza más de una gran & desequilibrada naturaleza que sueña. Solamente una pieza más, la que tu prefieras sentirte, pero no más que eso. Deseable es un estado de sincronía con los sueños y la vida.
La fe puede hacerte compañía, pero el espíritu te hace lo que eres. Y entonces piensas, en que todo sea por crear; pero para crear música, literatura o vida en la ciudad significa también aventurar, perder, no preguntar por qué es que me quiero quedar. Cuando la fe ha movido la naturaleza de las estructuras desde sus orígenes. Y quién sabe si eso le reste sentido o le dé un poco más de sentido a todo esto. No me corrijas. Sé que, en algún momento, mientras convivíamos tu y yo en nuestro juego de amar, te animaste a seguirme el ritmo por diversión o por interés. Lo que no sé es si decidiste dejarlo al final para que ambos ganáramos por default:
- ¿Significa algo ganar por default?
- Sí, una victoria bastante aburrida a veces. Como esas situaciones que son mejor no darles tantas vueltas porque terminarían en el mismo punto. Uno que era más parecido a una cruz sobre el camino y podía significar tantas cosas. Y que ahora, esas situaciones o esas colecciones de cruces me parecen cada vez alejadas a los pulsos que me provocaron tus manías.
La fe puedes cargarla o perderla, pero del espíritu no te podrás deshacer aun después de que mueras. Debiste probar alguna vez la sensación de saberte único en el mundo. Que el tiempo no va a cambiar, eso tenlo por seguro, pero en este momento pienso en que cuando el silencio descienda sobre este mundo, la música triunfará por fin. Cuando todo vuelva a retirarse a la matriz del tiempo, reinará el caos de nuevo. Y el caos es la hoja pautada en la que está escrita la realidad.
La fe es tendencia, el espíritu la conciencia. Una lucha que se confronta dentro de nosotros mismos en lo profundo de nuestros sueños. Ojalá, querida, que nuestros más preciados sueños sean de una textura amortizable; porque a esta altura, no sé qué otra cosa pueda amortiguar nuestra veloz caída hacia un Adversus Redux.
- Ya no me preguntes, por favor, amor.
Ya no me preguntes por qué me he quedado. O el porqué de mis pasiones. Ahora no me preguntes sobre la necesidad de pasarme estas horas bebiendo en la soledad, y rascarme las manchas de la realidad que nublan poco a poco mi futuro. Indiferente como las cenizas de los sonidos que se han ido quemando en historias de locuras a despojos. Quién piensa en el por qué, cuando la locura y la muerte es de un solo color y el instante es lo que se adjudica como vida.
Esto es el espíritu... no la fe.