Hoy por la mañana tuvo lugar la conferencia de prensa sobre La Muerte Chiquita. La cita fue en La Estación, foro del grupo de teatro Boa Viagem, donde los artistas nos hablaron de este viaje que ha sido y respecto a la develación de la placa por las cien presentaciones de la obra.
La mesa (que en realidad era la cama en donde toma lugar gran parte de la obra) contaba con la presencia del director de la obra Ramiro Daniel, los intérpretes Anakaren Muñoz, Beto Mora y Alberto Sosa, miembro de Eureka. Entre juguetes y revistas para adultos posaban las grabadoras y teléfonos móviles de los reporteros. Alberto Sosa remarcó la importancia de una conmemoración como está, ya que comenta es difícil hacer teatro y sobre todo en nuestro puerto, ser un grupo autogestivo y llegar a cien presentaciones no es cosa fácil.
La Muerte Chiquita trata de sexo, la intención de la obra es causar incomodidad a sus espectadores, quienes también son un personaje en la obra (vouyeristas a punto de ver a una pareja) sin embargo comentan, es una obra que conoce sus límites, pues una comedia donde a pesar de ser el tema, no es sexo en vivo lo que van a ver. Precisamente por la temática y el tipo de teatro que hace este grupo, siempre han tenido presentaciones muy íntimas. Se ve desde su difusión que va de boca en boca y con mínimo apoyo de redes sociales, casi clandestino, hasta el encuentro en espacios pequeños, donde rompen la cuarta pared. En los tres años y medio que han montado esta obra han tenido 4 lugares diferentes, bodegas, bares, departamentos, hasta su propio foro que no cambia mucho en tamaño.
Su espacio, La Estación, va acorde con todo lo que el grupo busca, incluso el nombre tiene relación con el nombre del grupo, que en portugués significa "buen viaje". La puesta ha cambiado de reparto varias veces, salvo por Beto Mora quien fue pensado para su papel. La actriz principal fue más difícil de consolidar, pues nadie aceptaba el papel. Al fin Ramiro dio con Carolina Borrayo, sin embargo ella vivía en Tepic, por lo que no continuó. Hay un tercer papel que ha contado con la participación de tres actores y que hoy es interpretado por César Bravo.
Esta obra ha traído muchas satisfacciones a los integrantes. Aunque Ana y Beto comentan que actuar para Ramiro era algo casual, tras varias presentaciones ayudó a consolidar el grupo Boa Viagem que conocemos ahora, una hermandad que traspasa el escenario.
La Muerte Chiquita ha sido muy bien recibida, desde la insistencia del público por seguir extendiendo las temporadas, y asistiendo a más de una de ellas, hasta su presentación en la muestra de teatro del interior, donde en el 2012, mostraron su obra al público de Lagos de Moreno y Anakaren fue galardonada como mejor actriz. La respuesta de la gente es medible desde el escenario. Aunque tienen un guión o esqueleto del que ha partido todo, la improvisación ha llevado a La Muerte Chiquita a ser algo distinto cada vez y de presentación en presentación, pues la reacción de las personas tiene un impacto también.
Le preguntamos a los artistas sobre reacciones memorables y han visto de todo. Personas que se identifican con los momentos más duros de la obra, la comicidad de tener en el público a una pareja grande de rancho que llega por casualidad y se vuelven de los más involucrados, y por supuesto, la primera vez que la madre de la actriz principal ve la obra.
Boa Viagem presentará por centésima vez La Muerte Chiquita este viernes 28 de agosto. Por primera vez será para cien personas y tendrán a las personas fuera del escenario, por lo que están entusiasmados. "No sabemos que va a pasar". César Sánchez apadrinara apadrinará éste suceso, será quien devele la placa. Invitan a todos a asistir y a adquirir su boleto con costo de 120 pesos. Finalizará con un cóctel.
Tras estas cien presentaciones, Boa Viagem vuelve a La Estación donde ya hay planes para los siguientes meses, funciones a las 8:30 PM; en septiembre, cada sábado: El Grito. En octubre, cada viernes: Un Hombre Ajeno, de Alejandro Ricaño. En noviembre, Los Últimos Días de Clark Kent.